RETO MÓDULO 1
Buenas tardes a todxs,
Me gustaría compartir una reflexión sobre desigualdad de género que me llamó la atención leyendo un libro juvenil antiguo.
En mi día a día, tengo por costumbre leer un ratito por la noche a mis hijos pequeños. Por una situación que no viene a cuento, nos hicimos con unos libros de "Los Hollister", que básicamente son unos libros escritos en los 80 en los que una familia estadounidense formada por el padre la madre 2 niños y 2 niñas de diferentes edades.
En un momento de la lectura, evidentemente mis hijos no se dieron cuenta, el escritor describía a la madre como el miembro de la familia que hace las labores del hogar, prepara la comida, es guapa, bien peinada, es paciente y nunca se enfada. Por contra, y muy de la época, el padre es un señor apuesto, inteligente y que gran parte del tiempo lo ocupa trabajando en un centro comercial del cual es el director. En definitiva el texto marca los roles clásicos de género hombre-mujer.
En general, en las aventuras que les suceden a "Los Hollister", si en algún momento alguien se tiene que pelear, son los niños los que lo hacen y además son los que, en determinados momentos aportan un poco más de valentía en las diferentes historias
En la época actual, estas cosas empiezan a llamar la atención y a rechinar. Aunque no soy gran conocedor de la literatura infantil y juvenil, creo que por suerte, estos sesgos parece que ya están algo superados en los libros, pero, ¿y todo el bagaje que hemos soportado durante toda nuestra vida, sin ser conscientes, y percibiéndolo como algo normal? Pienso que tenemos una gran tarea por delante, y que tenemos que ser capaces de superar esta losa que tanto nos pesa. Hemos sufrido continuos y ligeros bombardeos de información sesgada y masculinizada, a modo de gota malaya, que no hemos sido conscientes de su existencia (al menos yo) hasta hace bien poco.
Por suerte, en general, los jóvenes son ahora mucho más tolerantes y más
conscientes de la existencia de esta brecha, y el reto que nos queda a los más mayores es intentar reducirla, cerrarla se me antoja casi imposible al tener interiorizadas y
normalizadas infinidad de situaciones discriminatorias (véase el uso del masculino para
referirme a ambos sexos). A mi modo de ver el gran avance se debe producir en la generación que forman actualmente los más pequeños. No queda más remedio que poner toda la carne en el
asador en su EDUCACIÓN (colegios y familias), para que ellos crezcan lo más libre posible de
estos roles autoimpuestos que hemos padecido los que nacimos hace unas cuantas
décadas.
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